EL APORTE DEL INGENIERO INDUSTRIAL SE CONSTITUYE EN LOS ELEMENTOS QUE LA DIFERENCIAN DE OTRAS PROFESIONES, ESTOS SON: 

Identidad del perfil profesional: 

Como su origen lo indica y sus definiciones lo corroboran, el fin último del Ingeniero Industrial es la optimización constante de los procesos productivos de bienes y servicios, comprendiendo que cada uno de estos procesos, se encuentra inmerso en una organización única con diferentes tipos de recursos y con una misión y una visión propias. 

Pensamiento estructurado y metódico aplicado: 

Su formación en ciencias básicas propia de todas las Ingenierías desarrolla en la persona un pensamiento estructurado, metódico y lógico que va a ser aplicado para generar alternativas, solucionar problemas, ser proactivo, y tomar decisiones acertadas referentes a todos los procesos de la organización. 

Aplicaciones numéricas 

También como consecuencia de su formación científica y en otras asignaturas específicas, el Ingeniero Industrial ofrece alternativas y soluciones con fundamentos matemáticos que teniendo en cuenta las restricciones, abren el mundo de las posibilidades mientras disminuyen los riesgos. 

 

Enfoque sistémico y Visión global 

El Ingeniero Industrial entiende la organización como un todo y toma decisiones involucrando este concepto; tiene una visión integral donde todas las variables afectadas son tenidas en cuenta. Se mantiene en contacto con disciplinas diferentes a la suya e interactúa permanentemente con otros profesionales. Lo anterior se da por la formación amplia e interdisciplinaria que recibe y porque explícitamente desarrolla esta habilidad. 

Flexibilidad del conocimiento 

El Ingeniero Industrial recibe conocimientos y herramientas dinámicas y flexibles que se adaptan a las diferentes situaciones y eventos que se presentan en su desempeño profesional. Su formación no pierde vigencia sino que se adapta a cada situación concreta; además, su fundamentación científica y en ciencias básicas, le permite actualizarse en los avances que se dan continuamente en su campo de acción. 

 

Importancia de lo humano 

El Ingeniero Industrial entiende al hombre como un elemento indispensable en el proceso productivo y se preocupa por alcanzar su máxima productividad, teniéndolo en cuenta desde sus dimensiones física, intelectual, psicológica y trascendente. Es consciente de que la persona necesita desarrollarse en estos cuatro aspectos para obtener su máximo potencial y pone a su disposición todo lo necesario para conseguirlo. Además, continuamente protege su integridad y dignidad humana. 

¿POR QUÉ EL PAÍS NOS NECESITA? 

 

Los anteriores elementos diferenciadores enmarcados en el contexto del país, se hacen necesarios si analizamos la situación de Colombia y entendemos al Ingeniero Industrial como la persona capaz de conseguir la productividad, elemento determinante para las empresas en su búsqueda de la competitividad, la rentabilidad y la sostenibilidad. 

 

La economía de un país crece cuando el sector productivo es rentable y genera utilidades que le permiten ahorrar y hacer inversión. En el caso de Colombia, el sector productivo participa con cerca del 30% en el Producto Interno Bruto (PIB), repartido aproximadamente por mitades entre la industria manufacturera y el sector servicios, que es precisamente el campo de acción del Ingeniero Industrial. Este indicador muestra la importancia que tiene para el país el crecimiento de la productividad y por ende de la competitividad y la rentabilidad de las empresas del sector productivo. 

De acuerdo con el documento “Rentabilidad y Competitividad en la Industria Manufacturera Colombiana”1 desde el 2001 hasta hoy, la rentabilidad de la industria manufacturera colombiana se ha deteriorado como consecuencia de su baja competitividad. “Si no se incrementa la rentabilidad del sector transable de la economía no habrá inversión. Con ello no habrá expansión de la capacidad productiva y, por lo tanto, no habrá crecimiento económico, ni generación de empleo” 2. 

Según los autores del documento, para mejorar la rentabilidad de las empresas se debe actuar principalmente sobre las demandas, los costos y los precios, y una de las variables que afecta en forma determinante estos tres aspectos es la tecnología. Si tenemos en cuenta que en Colombia el 99% de las empresas son PYMES (pequeñas y medianas empresas) las cuales generan el 63% del empleo y el 38% de la producción del país, y cuyas características principales son su número reducido de personal, su bajo capital y su poca inversión en tecnología; queda claro que en Colombia este es uno de los sectores en el que se debe trabajar y desde donde se puede esperar el crecimiento de la economía del país. Así mismo, la creación de empresas para responder a las nuevas y cambiantes necesidades del mercado, es una oportunidad para aumentar el sector productivo y generar más riqueza. 

Un futuro promisorio para estas empresas bien sean nuevas o ya existentes, requiere de profesionales que, entre otros aspectos, se replanteen la razón de ser de la organización y basados en estrategias claras reafirmen o redirijan su norte analizando sus necesidades y las de su mercado. Se necesita de personas que con más que el sentido común optimicen los procesos productivos y toda la cadena de valor de manera que la empresa se posicione en el mercado y pueda ir creciendo progresivamente. Hay que inyectar tecnología y automatizar procesos hasta lograr altas capacidades de producción y que los precios sean competitivos a nivel nacional e internacional. Se requiere de profesionales que con una formación clara en el área socio-humanística logren dar un sentido al trabajo de las personas de modo que todos deseen luchar en una misma dirección, logrando fusionar los intereses particulares con los de la organización. 

Por encima de todo lo anterior se requiere de profesionales con altos estándares personales que comprendan la importancia de su papel y lo asuman con la responsabilidad que se requiere, deben entender que su misión en cada organización trasciende a una responsabilidad social y representa el futuro del país y de su gente.

 
La responsabilidad y el reto del Ingeniero Industrial es trabajar por la productividad de estas pequeñas y medianas empresas de manufactura y servicios que componen gran parte del sector productivo colombiano y cuya competitividad es el primer eslabón para construir un país en crecimiento con oportunidades de desarrollo. 

De esta forma se entiende la necesidad de mantener la formación de Ingenieros Industriales comprometidos con su misión y de mejorar continuamente la educación de estos profesionales, de manera que se pueda responder de la forma más adecuada a las necesidades cambiantes del entorno.